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Muchas veces me encuentro con clientes que vienen a preguntarme al Despacho sobre los tipos de mobbing o acoso en el trabajo al objeto de aclarar sus dudas sobre la situación que están viviendo.

Hay quien habla también de los tipos de bullying laboral, pero creo que dicho concepto está más relacionado con el ámbito escolar que con el profesional, siendo que en el profesional sí tendría cabida otro concepto, el mobbing, para poder hablar de los tipos de acoso laboral.

El acoso se trata de una conducta hostil, en el que un agresor ataca constantemente a su víctima con la intención de intimidar o provocar algún daño –siempre psicológico- con el fin último de someterla, provocando finalmente su destrucción espiritual al objeto de que –para el caso que nos ocupa, el trabajo- abandone la empresa o cese en algún tipo de conducta producida de forma totalmente involuntaria y sana con el objeto de imponerse sobre ella.

Siendo que por acoso y mobbing ofrecemos el mismo concepto y la misma definición, nos introducimos en los tipos de hostigamiento laboral o, mejor dicho, formas de acoso laboral:

Acoso sexual dentro del ámbito laboral: siendo una de las más conocidas. Normalmente suelen venir producidas entre un miembro de superior grado jerárquico y otro de inferior. Las conductas habituales dentro del acoso sexual suelen venir precedidas de un trato beneficioso por parte del acosador al acosado al objeto de producir su acercamiento para posteriormente, y una vez el acosado rechaza los “acercamientos” iniciales de su acosador, comenzar a producirse conductas hostiles de carácter emocional, tendentes a apartarlo de la organización bajo el pretexto de imponerse sobre él o ella o bien, con el fin de que abandone la empresa.

Acoso laboral en sentido estricto: puede producirse de forma vertical –de superiores a inferiores en rango jerárquico o, incluso, de inferiores a superiores en rango jerárquico- o de forma vertical –entre los propios compañeros de trabajo-. Esta es la modalidad más repetida en los tipos de acoso laboral y suelen tratarse siempre de conductas hostiles contra el trabajador, siendo las más destacadas:

– Aislarle del grupo dentro del ámbito laboral –ej. no invitándole a las reuniones- o fuera del mismo –ej. sin informarle de eventos fuera del trabajo entre compañeros de trabajo-.

– Aislarle mediante una sobrecarga excesiva de trabajo.

– Aislarle en el más sentido estricto de la palabra, dejándole sin actividad ninguna.

– Menospreciarle y hacerle sentir inútil frente a los demás, infravalorando su trabajo en reuniones o frente a terceros.

– El menos común de todos pero que lamentablemente todavía hay quien lo sufre, mediante insultos y soflamas directas contra el trabajador.

– Mediante el sabotaje de las actividades realizadas por el mismo.

Estas, entre otras muchas que se encuentran dentro del estudio científico de esta especialidad, son los tipos de acoso laboral que más podemos encontrarnos.

No obstante lo anterior, ha de tenerse en cuenta la reiteración en los actos realizados contra el acosado, así como la prueba fundamental de todos los hechos que se produzcan, día a día e incluso hora a hora, siendo que las mismas se comprueben mediante grabaciones, testigos, correos electrónicos o whatsapp a los que el acosado tenga acceso legítimamente.

El acoso laboral y los tipos de acoso en el trabajo son utilizados habitualmente por abogados en los tribunales y esto ha producido un cierto “aburrimiento” a nuestros jueces, por lo que para poder hacerlo valer y demostrar su veracidad en juicio, requerimos de una prueba escrupulosamente elaborada y demostrable.